Irigoras: "Soy consciente de que tendré que aprender muchas cosas"

Aitziber Irigoras ocupa desde ayer el cargo de alcaldesa de Durango en sustitución del fallecido Juan José Ziarrusta. Doctora en Derecho y profesora en la Universidad de Deusto, la munícipe del PNV tiene 34 años y es madre de una niña de tres. Antes de dedicarse a la docencia realizaba traducciones de textos jurídicos en euskera y fruto de esta labor cuenta ya con dos publicaciones en el mercado: el 'Código penal' y 'Manual de Historia del Derecho español', de Francisco Tomás y Valiente.

-Ha sorprendido a mucha gente que la responsabilidad de dirigir un Ayuntamiento de primera categoría, como el de Durango, vaya a recaer en alguien tan joven.

-Es cierto que soy joven, pero llevo muchos años dentro del PNV. Me afilié con 18 y, aunque mi trayectoria en cargos públicos se limita a los cinco años que he ejercido como primera teniente de alcalde, mi compromiso político es bastante anterior y, de hecho, también he sido integrante de la junta municipal. En todo caso, soy consciente de que tendré que aprender muchas cosas, pero tampoco soy nueva.

-Ziarrusta fue su gran valedor, la persona que le llevó al Consistorio para convertirla en su mano derecha. Imagino que estas últimas semanas habrán sido especialmente duras para usted.

-Todos lo hemos pasado francamente mal, pero ahora es responsabilidad nuestra continuar con el trabajo que él inicio. En un plano más personal, yo a Juanjo siempre le estaré agradecida no sólo por embarcarme en este proyecto, que también, sino por el margen de actuación tan amplio que me dio a la hora de dejarme trabajar. Confiaba tanto en mí que la libertad fue plena.

«Demasiado resolutiva»

-Quienes le conocen dicen que no le suele temblar la mano a la hora de tomar decisiones, pero que a veces peca de poca cintura política.

-Yo me considero una persona resolutiva, en ocasiones hasta demasiado resolutiva. Cuando voy a tomar una decisión generalmente me tomo un tiempo para reflexionar, porque lo que sí soy es un poco impulsiva. Sobre lo de la poca cintura, no creo haber defendido nunca postulados irreductibles y, de hecho, en los cinco años que llevo en el Ayuntamiento he llegado a acuerdos con sindicatos y también con otros grupos municipales para la aprobación de los presupuestos.

-Gobernar con siete de 21 concejales no está resultando fácil para su partido. Los presupuestos han sido prorrogados y la oposición les ha forzado a constituir una comisión de investigación para analizar el encarecimiento de unas obras. Aun así, en su discurso de presentación les lanzó un guiño claro al asegurar que uno de sus objetivos era «aunar el mayor número de voluntades posibles en cada proyecto».

-Más que un guiño era una oferta. Nuestra idea siempre ha sido hablar, contrastar proyectos y, de ser posible, tratar de alcanzar proyectos. Y lo decimos porque creemos que es posible, ya que, al margen del gran número de sensibilidades ideológicas que confluyen en este municipio (la Corporación cuenta con concejales del PNV, ANV, PSE-EE, PP, Aralar y EB), estamos convencidos de que en la mayoría de los proyectos no hay diferencias tan ostensibles. De todas formas, a eso también me gustaría añadir que en la gestión del día a día no hay ningún problema, las cosas se están aprobando con normalidad, aunque ya cuando hablamos de presupuestos o modificaciones de crédito ahí sí hay que alcanzar acuerdos más complicados.

-Por primera vez en la historia, el Ayuntamiento será dirigido por dos mujeres. Usted y la primera teniente de alcalde, Mari José Balier.

-Me gustaría que algo así dejara de ser noticia, pero al mismo tiempo me parece estupendo. Entiendo que es una buena noticia porque es el reflejo de lo que ocurre en la sociedad y te pongo un ejemplo. Cuando hay oposiciones para un puesto de trabajo, las mujeres ocupan los primeros puestos de forma abrumadora, pero no ocurre lo mismo en otros ámbitos privados. Tiene que dejar de ser noticia que la ministra de Defensa esté embarazada y me parece bien que las mujeres que estamos en las instituciones demos ejemplo de lo difícil que es conciliar la vida laboral y familiar, y aprovechemos esta situación privilegiada para buscar fórmulas que nos lleven a una conciliación real.