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Iritzia

2011/07/13


En Bizkaia proponemos acuerdos

Las administraciones públicas deben contribuir a solventar los problemas que se le plantean a la sociedad que representan. La paz, la construcción de nuestro país, la cohesión, el empleo son los retos que hoy nos exigen múltiples acuerdos

Cuatro


JUNTO al árbol de Gernika, en la sede que es símbolo de la foralidad y los derechos históricos de nuestro pueblo, estrenamos hoy hace exactamente un mes la nueva legislatura en las Juntas Generales de Bizkaia. Dos semanas después, hace dos semanas, en vísperas de San Pedro, festividad en numerosas localidades costeras de nuestro Territorio, fue investido como diputado general José Luis Bilbao.

Los dos actos, en su relevante solemnidad, sirvieron al mismo tiempo para que trazáramos nuestras líneas de acción y la propuesta política que presentamos a las Juntas como representación de la sociedad de Bizkaia.

La propuesta es múltiple, en la búsqueda de unos acuerdos que, a mi entender, se marcan como una necesidad dada la situación política y social que vivimos hoy en Bizkaia y en Euzkadi.

De una parte, un acuerdo por la Paz, un pacto por el nuevo tiempo político que ansiamos desde hace mucho y que, sin ánimo de ser excesivamente optimista, debe ser una realidad en los próximos meses o años.

Reclamamos, como una primera necesidad, la desaparición inmediata de ETA. Con ello se abre paso al pacto por la paz, a trabajar entre todas las sensibilidades políticas existentes, que ahora sí tienen, al menos en los Territorios Históricos, representación parlamentaria.

El Pacto por la Paz propuesto conlleva ultimar una acción que viene reclamándose tiempo atrás, la normalización política y social de nuestro pueblo. Entre todos, sin exclusiones, con la palabra como herramienta y la discrepancia como algo natural, pero el acuerdo como objetivo. Y en este pacto por la paz debe tratarse con especial sensibilidad el reconocimiento firme y definitivo de las víctimas, de las de la violencia terrorista de ETA en especial, pero valorándose también en distintos términos pero con igual intensidad otras actuaciones que han podido generar dolor y sufrimiento.

Proponemos también un acuerdo por el respeto a la pluralidad, pluralidad que se desprende en todas y cada una de las citas electorales que desde el año 1978 se han realizado en Euzkadi. Y el mejor ejercicio en pos de este acuerdo es que los bloques hasta ahora existentes se diluyan en el juego democrático.

Un acuerdo por y para la construcción nacional. Ciertamente los más de 30 años de autogobierno han supuesto un reconocimiento de la identidad vasca, su modernización e internacionalización y también el desarrollo como sociedad. Pero este autogobierno debe ser mejorado y ampliado, con una adecuación en el tiempo y tras los años transcurridos, a la nueva realidad social.

Y por último, un pacto por el empleo y la cohesión social. La situación económica, que no termina de enderezarse, ha generado un nivel de desempleo en la Comunidad Autónoma Vasca que resulta preocupante. Son muchas las familias que ven limitado su derecho al bienestar precisamente por sufrir despidos o paros temporales y definitivos en sus puestos de trabajo.

No cabe hablar de desarrollo humano y de estado de bienestar con esta realidad. Las administraciones deben por tanto coadyuvar para incentivar la actividad económica, para mantener y crear nuevo empleo y en esto mucho tienen que ver las acciones coordinadas de todas y cada una de las administraciones vascas, local, foral y autonómica.

Demandamos, por tanto, un pacto por el empleo global y coordinado. Este es un compromiso que asumimos como partido y que expusimos en la tribuna de las Juntas Generales de Bizkaia. Exigimos también la efectividad inmediata del servicio Lanbide por el Ejecutivo vasco, competencia que fue transferida en toda su integridad y en toda la magnitud de su dotación presupuestaria, por las negociaciones del Grupo Vasco de EAJ/PNV en Madrid.

Tras las responsabilidades de gobierno asumidas por las distintas formaciones políticas a raíz de los comicios del 22 de mayo, esta demanda de un pacto global por el empleo se hace extensible a los cuatro partidos políticos vascos, pero recordemos que es al Gobierno vasco y al Partido Socialista de Euskadi a quien le corresponde más si cabe, conocidas las competencias que en materia de empleo determina el Estatuto de Gernika. Exigimos al Gobierno del lehendakari López que salga de su situación de parálisis, que ejerza un liderazgo, inexistente hoy, en la necesidad de poner las condiciones para generar empleo.

En los debates en las Juntas Generales de cualquiera de los Territorios Históricos es reiterada la referencia y el debate respecto al modelo fiscal existente. Desde la coalición Bildu al propio Partido Socialista de Euskadi han mantenido planteamientos de necesidad de incrementar la presión fiscal para buscar, al parecer, mayores ingresos. El propio Patxi López ha empleado los medios de comunicación para trasladar su opinión favorable a un incremento de determinados tipos impositivos. Otras formaciones, como el Partido Popular, abogan sin embargo por una reducción en los impuestos.

A unos y otros únicamente cabe trasladar que una modificación del modelo fiscal requiere una reflexión serena. El sistema impositivo obedece a un equilibrio entre tres principios que son esenciales en todo modelo. Los principios de equidad, eficacia y suficiencia. Equidad, por la búsqueda de un sistema justo y equilibrado, en el que los que más tienen más contribuyan al sostenimiento de los servicios y a lo público, estableciendo unos impuestos progresivos para la consecución de este objetivo. Sin embargo, no basta solo con el cumplimiento de este principio. También deben ser impuestos eficaces y suficientes. Eficacia, para que el sistema pueda generar mayor actividad económica y con ello coadyuve en la generación de empleo. Cuanta mayor actividad exista, mayor será también la contribución a las arcas públicas y mayor el empleo. Más empleo supone, igualmente más aportación por parte de los contribuyentes. Y, por último, los impuestos deben ser suficientes para poder hacer frente a todo el gasto público necesario para el sostenimiento de los servicios públicos y con ello al mantenimiento del estado de bienestar.

Las administraciones públicas, por tanto, en la forma en que expusimos durante el debate de investidura del diputado general de Bizkaia, pueden contribuir desde dos vías para poder generar empleo y asimismo mantener el estado de bienestar. Desde el punto de vista del ingreso, por medio de los impuestos, cumpliendo con los tres principios anteriormente expuestos, y contribuyendo al incremento de la actividad económica. Y desde el punto de vista del gasto, ejerciendo un efecto tractor impulsando la inversión como motor de esa actividad.

Con estos principios, las cuatro formaciones de las Juntas Generales de Bizkaia tenemos suficientes mimbres para trabajar durante los próximos cuatro años en buscar la salida, con iguales o mejores cotas de bienestar para los vizcainos, de esta complicada situación.

Ahora toca trabajar, en el Partido Nacionalista vasco no contemplamos otra posibilidad que conseguir ese objetivo con trabajo y buen hacer, no conocemos otro antídoto para la crisis. Así ha sido durante los últimos treinta años.

EGILEA


Unai Rementeria

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