Este verano ha sido un buen ejemplo de eso que llaman ‘nueva política’. O, lo que es lo mismo, un desastre. Todos los días globos sonda y anuncios de cosas que luego no sucedían, declaraciones altisonantes y llamadas a una responsabilidad que no la tiene el que se la pide a los demás… Una forma de hacer política que no nos gusta, que no es la nuestra y que, mucho me temo, siempre da malos resultados.

Me estoy refiriendo, por ejemplo, al sainete en el que se está convirtiendo la investidura de Pedro Sánchez. Yo este año no he tenido canción del verano: he tenido la pregunta del verano. “¿Qué, ya te ha llamado Sánchez?”. Me la habéis hecho cientos de vosotras y vosotros. Muchos con sorna. Aquí, en el Malecón, en la Aste Nagusia o en la Bajada del Celedón. Desde el 2 de agosto que nos dijeron que nos iban a llamar… hasta hoy. Ni una llamada. Eso sí, todos los días me enteraba por los periódicos de que iba a venir a Sabin Etxea, que iba a ser el día 19 primero, luego antes del G-7, después del G-7, que si la primera semana de septiembre… En fin, todos los días una noticia que el rápido paso del tiempo la hacía falsa de un día para otro. Y el teléfono, sin sonar. Curiosa manera de entablar una negociación que nos lleve a votar ‘sí’ en la investidura. Ayer nos enteramos, también por los medios de comunicación, que la nueva fecha es el miércoles de la semana que viene y que nos va a presentar un paquete de 300 medidas que van a dar a conocer públicamente un día antes. Curiosa manera de negociar, vuelvo a repetir. Porque, digo yo, ¿no sería mejor que, antes de presentar nada públicamente, nos preguntaran a los que tenemos que darles el ‘sí’ qué es lo que pensamos y qué tipo de acuerdos nos gustarían para hacer posible la investidura? Esa ha sido siempre la manera de negociar y de llegar a compromisos. Esto de ahora se parece más a un trágala: te guste o no te guste, te lo comes con patatas y, si no, tú tendrás la culpa de que haya que ir a nuevas elecciones. Ese parece ser el juego: o aceptas mis condiciones o eres el malo de la película. Pues no. Las cosas no son así, ni se hacen así. Pedimos una negociación seria, discreta, respetuosa con el de enfrente. Porque después de la investidura (si es que se produce) van a venir muchas cosas más, que exigirán mayorías suficientes todas las semanas. Y esas mayorías solo pueden salir de donde pueden salir… salvo que alguien esté pensando en sacar la investidura ahora con fórceps y luego gobernar, a lo mejor, con el apoyo más o menos explícito de Ciudadanos, el de los líderes “mudos” de este verano. No me digáis que no es curiosa la afonía que les ha entrado a Rivera y a Arrimadas. Han pasado de hablar mañana, tarde y noche en todas las radios y televisiones… a desaparecer por completo. La verdad es que se agradece este silencio, porque para las cosas que decían…

Ez da serioa. Azken hilabete honetan deitu ere ez digute egin. Ez dugu ulertzen. Baina guk arduraz eta seriotasunez jokatuko dugu, eta deitzen badigute, beraiekin hitz egingo dugu. Eta hitz egingo dugu Gobernu serio bat nahi dugulako, erronkei aurre egingo dien Gobernua. Hor egongo da gai sozio-ekonomiko-laborala; hor dago Estatu eredua, eta bereziki Euskadi eta Kataluniaren egoera; pentsio sistema; gizarte laguntzak; berdintasun planak; inmigrazioa; klima aldaketa… Hainbat gai daude aztertzeko eta lantzeko, eta hainbat gauza egiteko. Beraz, zenbat eta lehenago hasi, orduan eta hobeto. Eseri gaitezen, bada, adosteko borondatearekin, bestearen proposamenak kontuan hartuz. Adostuz. Beti egin den moduan. Jarrera horrekin ez badatoz, ez dute gure babesa hain erraz jasoko.

No queremos ser malpensados ni malpensadas, pero las cosas no se pueden hacer tan mal. Nosotros no vamos a poner condiciones imposibles, y pedimos a los demás que tampoco las pongan. Esto no es una pelea de gallos, a ver quién pica la cresta del otro. Es una negociación para dar viabilidad a una opción de Gobierno que luego sea capaz de sacar adelante políticas y cambios legislativos en un montón de materias que llevan pendientes años. Todo el tema socio-económico y laboral (máxime si, como se dice por ahí, la economía mundial puede entrar en recesión, y mientras Alemania está ya tomando medidas aquí siguen con sus juegos de tronos). Está también el modelo de Estado y, particularmente, el encaje de Euskadi o de Catalunya. Están el sistema de pensiones, las ayudas sociales, los planes de igualdad, la inmigración, el cambio climático… Hay muchísimas cosas de las que hablar y muchísimas cosas que hacer. Cuanto antes nos sentemos, mejor será. Sentarse con voluntad de acuerdo, tomando en consideración las propuestas del otro. Cediendo y transando. Como se ha hecho toda la vida para que las negociaciones terminen en acuerdos. Es la única manera. Y es lo que hay que hacer. Salvo que alguien haya decidido ya que es mejor repetir las elecciones porque, a lo mejor, saca una docena más de diputados y diputadas. Sería una irresponsabilidad total. Nosotros no tememos a unas nuevas elecciones, pero no las queremos. Seguramente complicarían aún más las cosas de lo que están ahora. Si viene lo que dicen que viene en el ámbito económico, no podemos perder otros seis meses para encontrarnos después en la misma situación que estamos hoy.

En fin, si llaman, iremos a la reunión. Pero todo esto nos parece poco serio.

Serán las cosas de la nueva política y sus nuevas formas. La verdad es que esa forma de hacer lo impregna todo. No solo a los nuevos partidos, sino también a los de toda la vida. ¡Qué cosas hemos escuchado estas semanas a los dirigentes del Partido Popular de aquí́ y de Madrid! Tremendo. De todas maneras, lo que más me ha gustado del PP –y que refleja además cómo se hacen las cosas ahora en la política líquida que llaman– ha sido una entrevista con su nuevo Vicesecretario de Comunicación y Portavoz, en la que anunciaba que, como le han dado ese cargo interno, pues que está pensando en afiliarse al PP. Increíble.

Hasta la izquierda abertzale ha caído en estas malas prácticas. No solo porque hace y acepta en Madrid lo que aquí se niega. Es que, además, el mismo día que monta su show particular contra el G-7 en el que participó Sánchez, ese mismo día y allí, cerquita de Biarritz, Otegi se mostraba partidario de investir a Sánchez con un acuerdo con Podemos. ¡Viva la coherencia! Eso sí, antes y después de esta declaración nos dio cera de lo lindo a nosotros. Ahora somos los líderes del bloque conservador y, según él, no tenemos intención de dar pasos en términos nacionales. Y propugna un acuerdo de izquierdas en el que mete al PSOE. Si pactamos nosotros con los socialistas, lo hacemos con los del 155, con los centralistas… pero si lo pudieran hacer ellos sería “la alternativa de izquierdas” totalmente legítima. Política líquida la de estos también. Más que líquida, gaseosa, porque estos solo venden humo. El cambio que dicen estar haciendo es pura fachada. Intentan vestirse con otros trajes, pero por debajo está la izquierda abertzale de siempre, y si no echad un vistazo a la entrevista de Arkaitz Rodríguez en la televisión venezolana. Izquierda Abertzale pura y dura, como en los años de plomo.

Creo que somos el único partido que no ha sucumbido a esa nueva manera de hacer política. Lo digo con orgullo. Y si algún día veis que caemos en esa deriva, quitadnos de en medio volando.

Al principio os decía que el curso viene intenso. También aquí, en nuestra querida Euskadi. Con la vista puesta en la marcha de la economía, el Lehendakari y el Gobierno Vasco ya están trabajando en los próximos Presupuestos, que irán al Parlamento allá para finales de octubre. Hay también sobre la mesa importantes leyes que negociar y aprobar. Va a ser una prueba exigente para el Gobierno y para el Partido, pero también para los grupos de la oposición. El momento de marear la perdiz ha pasado ya. Ahora toca posicionarse. Lo dije el día de San Ignacio y lo repito hoy aquí. Tenemos la mano tendida a todos ellos para negociar y llegar a acuerdos en favor del País y de la ciudadanía. No debemos contagiarnos de las malas artes políticas que tanto criticamos de Madrid. Euskadi puede y debe –como lo ha sido en la constitución de Diputaciones o Ayuntamientos, y también en el caso del Gobierno de Nafarroa– ser un referente de acuerdos, un ejemplo de que el diálogo y el consenso son la mejor manera de avanzar como Pueblo. Hacemos un llamamiento a los partidos a sentarse en torno a una mesa de negociación. Aquí queda la mano tendida del PNV a todos ellos.

Horrela da, Lehendakaria eta Eusko Jaurlaritza lanean hasi dira datorren urteko Aurrekontuak prestatzen. Lehen aldiz Aurrekontu osoaren ehuneko hirurogeita hamarra baino gehiago izango da Hezkuntzarako, Osasunerako eta Gizarte Politiketarako. Ehuneko hirurogeita hamarretik gora gastu sozialerako. Aurrekontua ateratzeko erantzukizuna Jaurlaritzarena da, argi dago, baina uste dut Eusko Legebiltzarreko oposizioak ere bere aldetik jarri beharko duela. Ondo pentsatu beharko dute, eta erabaki beharko dute, beren interes pertsonalak lehenesten dituzten, iaz egin zuten moduan, edo, bestela, hiritarren alde egiten duten.

Beno, ikusten duzue hurrengo hilabeteotan ere ez garela aspertuko. Kanpoko lanaz aparte, barruko lanak egin beharko ditugu. Lan handia izango dugu. 2020a oso urte garrantzitsua izango da Alderdiarentzat. 125 beteko ditugu, urteurren esanguratsua benetan. Baina, gainera, lau urtero egiten dugun Batzar Nagusia egingo dugu. Euzkadi Buru Batzarra eta bere presidentea aukeratuko dugu, Herrialde Buru Batzarrak, Aberri Batzarra… Gauza guztiak ondo egiten saiatuko gara. Eta aukera hau aprobetxatu behar dugu Alderdia indartuta eta gaztetuta irten dadin. Alderdi sendoa behar dugu, ideia berriekin, Herri hau lideratzeko eta bere askapen nazional eta soziala lortzeko.

Termino ya, que veo a algunos inquietos e inquietas para marchar a ver el derbi –yo entre ellos–. El panorama internacional está movido, el estatal está manga por hombro y el de Euskadi debemos protegerlo y cuidarlo para que no haya contagios peligrosos. Alderdikides, os necesitamos cerca, os necesitamos ahí, al pie del cañón, porque vienen tiempos políticos que nos van a poner a prueba como Partido. Sabemos que no nos vais a defraudar, que no vais a fallar. Os prometo que nosotros y nosotras tampoco. Gu Alderdiarentzat, eta Alderdia Euskadirentzat!

Gorda Euskadi askatuta!