El sonido de los cuernos ha vuelto a sonar en el techo de Bizkaia.  Las ganas de participar en la tradicional llamada a Juntas han animado hoy a unas 700 personas a subir a la cima del Gorbeia para tomar parte en la duodécima  edición del Día de los Montes Bocineros, una jornada que las Juntas Generales de Bizkaia han convertido ya en una marcha clásica para los amantes de la montaña y las tradiciones vascas.

La marcha montañera, organizada por las Juntas Generales en colaboración con el club de montaña Ganzabal de Lemoa, ha partido a las 9:00 horas desde Pagomakurre.  Desde este punto a 870 metros de altitud, los participantes han ido alcanzado los 1.481 metros con los que cuenta el monte más alto de Bizkaia a partir de las 11:30 horas divididos en grupos. Ya en la cumbre, se ha realizado a las 12 del mediodía la tradicional llamada a las Juntas Generales desde la cima, como se cree se hacía en tiempos de la Edad Media.

Las Juntas Generales de Bizkaia organizan esta jornada desde el año 2004, coincidiendo con el 25 aniversario del restablecimiento de esta institución en la época moderna. Desde ese año, vizcaínos y vizcaínas de todas las edades han podido oír, desde alguna de las cinco cimas bocineras (Gorbeia, Kolitza, Sollube, Oiz o Ganekogorta), el sonido del cuerno, emulando la llamada primitiva para reunirse en Gernika.

En la cumbre, el representante del club Ganzabal de Lemoa ha hecho entrega del cuerno oficial, realizado de forma expresa para esta jornada, al representante del club organizador de la subida del próximo año en el Kolitza. En representación del grupo Euzko Abertzaleak en las Juntas Generales ha acudido el secretario de la Mesa de las Juntas, Jon Andoni Atutxa, que ha estado acompañado de los apoderados Oscar Arana, Edorta Rodrigo, Mikel Bagan, Aitor Ibarra y Celia Gómez, y el expresidente del Parlamento Vasco Juan María Atutxa.

Tras el tañir del cuerno y el aurresku de honor, Jon Andoni Atutxa ha dado las gracias a los asistentes en la subida y ha recordado que las Juntas Generales, una de las primeras instituciones democráticas europeas, recuperaron esta tradición centenaria en 2004 con la idea de recordar la que dicen fue una de las antiguas maneras de convocar a los representantes de Bizkaia. La fiesta ha seguido después en las campas de Arraba, donde no ha faltado música, danzas vascas y un pequeño aperitivo.