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Representantes internos e institucionales de EAJ-PNV han participado en todos los actos que se han celebrado hoy en Euskadi con motivo del Día de la Memoria. El presidente del Euzkadi Buru Batzar, Andoni Ortuzar, ha asistido al homenaje que se ha tributado a las víctimas en el parque de Doña Casilda de Bilbao, un acto presidido por el alcalde de la villa, Juan Mari Aburto, y al que también han asistido, entre otras, la presidenta del Bizkai Buru Batzar, Itxaso Atutxa, y la diputada foral de Acción Social, Isabel Sánchez Robles.

El Lehendakari, Iñigo Urkullu, ha asistido por la mañana al acto que se ha celebrado en el Parlamento Vasco, institución que ha tributado un homenaje a todas las víctimas de la violencia. El acto ha estado presidido por el propio Urkullu y por la presidenta de la Cámara, Bakartxo Tejeria, y al mismo han asistido el diputado general de Araba, Ramiro González; el presidente de las Juntas Generales de Araba, Pedro Elosegi; el alcalde de Vitoria-Gasteiz, Gorka Urtaran; los consejeros y consejeras del Gobierno Vasco y parlamentarios y parlamentarias de EAJ-PNV. Los presentes han realizado una ofrenda floral y han guardado dos minutos de silencio en los exteriores del Parlamento, junto a la escultura ‘Brújula de medianoche’ y a un pebetero que ha permanecido encendido como muestra de solidaridad, cercanía, verdad, reconocimiento y reparación a todas las víctimas.

A mediodía, Urkullu se ha trasladado al Palacio Miramar de Donostia para presidir el acto denominado ‘La sociedad vasca: Luces y sombras’. En el mismo han participado, con su testimonio, cinco hijas víctimas del terrorismo y de la violencia: Naiara Zamarreño, hija del concejal del PP Manuel Zamarreño, asesinado por ETA en 1998; Ainara Olaciregui, hija de Eugenio Olaciregui, asesinado por ETA en 1997; Sandra Carrasco, hija del ex edil del PSE-EE de Arrasate Isaías Carrasco, asesinado por ETA en 2008; Maider García Martín, hija de Juan Carlos García Goena, asesinado por los GAL en 1987; y Jaione San Sebastián, hija de Alfredo San Sebastián, que murió por un disparo de la Guardia Civil en 1975. Al acto del Palacio Miramar han acudido también el presidente del Gipuzko Buru Batzar, Joseba Egibar; el diputado foral de Gipuzkoa; Markel Olano; el alcalde de Donostia, Eneko Goia; la presidenta de JJ.GG de Gipuzkoa, Eider Mendoza; la presidenta de JJ.GG de Bizkaia, Ana Otadui; el diputado foral de Araba, Ramiro González; el presidente de las JJ.GG de Araba, Pedro Elosegi; el alcalde de Vitoria-Gasteiz, Gorka Urtaran; la consejera de Educación, Cristina Uriarte; la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia; y el consejero de Cultura y Política Lingüística; Bingen Zupiria; así como representantes de las diferentes instituciones vascas.

Tras sus intervenciones ha tomado la palabra el Lehendakari Iñigo Urkullu que ha trasladado que "los derechos humanos son indivisibles y todas las víctimas merecen un reconocimiento y una reparación". Asimismo, ha recalcado la importancia de no diluir, no legitimar y no excluir: “Una reflexión crítica no puede ser solo genérica” ha señalado, a la vez que ha destacado que el “ejercicio de la memoria crítica no puede aceptar que se utilice ningún pretexto para legitimar”, a la par que “no puede excluir ninguna forma de terrorismo, violencia o vulneración de derechos humanos. Debe incluir todas las violencias y todas sus víctimas”.

También en Donostia, el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, se ha concentrado frente a la sede de las Juntas Generales de Gipuzkoa junto a otras y otros representantes institucionales guipuzcoanos entre los que se encontraban la presidenta de las JJ.GG., Eider Mendoza; la burukide del EBB y portavoz del Grupo EAJ-PNV en la citada institución, María Eugenia Arrizabalaga; y los junteros y junteras; Lander Ugartemendia, Nekane Iribar, Ainhoa Usandizaga y Arantza Zubizarreta.

Por su parte, la corporación municipal al completo, encabezada por su alcalde, Eneko Goia, ha recordado a todas las y los donostiarras que perdieron la vida injustamente por el terrorismo y la violencia ante el monolito a las víctimas del terrorismo en los jardines de Alderdi Eder.