Los batzokis de Usansolo, Lezama y Kastrexana se han convertido en los tres últimos protagonistas de la inadmisible e injustificable campaña de acoso que está sufriendo EAJ-PNV, especialmente en Bizkaia. En lo que se ha convertido ya en una triste y vergonzosa costumbre, desconocidos han pintado los establecimientos de Usansolo, Lezama y Kastrexana con mensajes relativos a la ‘huelga de sed y hambre’ que protagoniza el preso de ETA Patxi Ruiz, a quien llaman ‘gudari’ y en los que se pide la ‘amnistía total’ y se acusa a EAJ-PNV de ‘asesino’. Amenazas de este tipo resultan inaceptables e intolerables, y aún más en 2020, cuando hace años ya que la sociedad vasca ha dejado atrás, y para siempre, uno de los episodios más trágicos y nefastos de su historia.

Ante el evidente rebrote de este tipo de conductas, ni la sociedad civil ni los partidos políticos podemos permanecer impasibles, por ello el Bizkai Buru Batzar vuelve a exigir a los autores de estos ataques contra la libertad y la democracia el cese inmediato de los mismos e insta a todas las formaciones políticas vascas a que se sumen a esta condena. Este tipo de acciones no se corresponden al nivel de madurez política y democrática actual, y no hacen más que poner trabas a la consecución de un modelo de país basado en la tolerancia, el progreso y la convivencia.

Con los perpetrados contra los batzokis de Usansolo, Lezama y Kastrexana ya son 31 los sabotajes contabilizados en Bizkaia. Las otras sedes atacadas han sido las de Lemoiz, Arrigorriaga, Larrabetzu, Artea, Areatza, Bilbo Zaharra, Deusto (en dos ocasiones), Arrankudiaga, Sabindarrak (en dos ocasiones), Begoña, Erandio Goikoa, Ariz (Basauri), Durango, Abadiño, San Miguel (Basauri), Gurutzeta (Barakaldo), Gernika, Repélega (Portugalete), Mungia, Algorta, Getxo Zaharra, Berango, Igorre y Portugalete, con lo que se constata el evidente incremento de estas acciones intolerables e intolerantes que están fuera de tiempo, lugar y entendimiento.