Tras la deuda común, el compromiso común en materia de defensa europea, la compra común de vacunas y la transferencia de pacientes entre los Estados miembros, la UE debe ir más allá. La tragedia ucraniana pone de manifiesto la necesidad de una profunda reforma de la Unión y de una nueva estrategia que garantice la promoción de la democracia y la seguridad colectiva en el Viejo Continente.

Ante los retos actuales que afectan a todas las europeas y europeos y que tienen lugar en nuestras fronteras, nuestros valores humanistas deben reflejarse en los ámbitos de la energía, la salud, la cultura y muchos otros, y han de responder a la emergencia humanitaria. Europa ha hecho una formidable demostración de resistencia moral, pero ahora debe convertirse en una verdadera potencia democrática, digital, industrial y militar.

La Europa de 2030 se centrará en la soberanía compartida, en la recuperación y apropiación democrática. A dos años de las importantes elecciones europeas, que serán los primeros comicios verdaderamente europeos con listas transnacionales, Europa ha avanzado por fin. Debemos dar una doble opción democrática a los ciudadanos, que deben poder votar directamente a los partidos y a los nuevos mecanismos de participación ciudadana.

Los Demócratas Europeos queremos ir más allá. Sin una dimensión regional y local más fuerte y mejor reconocida, la UE no puede tomar buenas decisiones. Por ello, el Parlamento Europeo debe iniciar el proceso de reforma de los tratados, aplicar los cambios necesarios y reafirmar así la subsidiariedad activa, con una mayor participación de los parlamentos estatales y del Comité de las Regiones junto al Parlamento Europeo.

El humanismo no sólo se consigue con decisiones a nivel europeo, sino también con la defensa y promoción de nuestras diferencias dentro de Europa y con la protección de nuestras identidades y lenguas propias. Por ello, demandamos una educación cívica europea, unos niveles mínimos de educación medioambiental, de biodiversidad y de medios digitales, y la promoción de formas de compromiso con un auténtico servicio cívico europeo para las y los jóvenes.

En EAJ-PNV compartimos estos valores con los Demócratas Europeos. Miembro activo del PDE, nuestro Partido hunde sus raíces europeístas en la misma génesis del proyecto común. Somos una formación centenaria que expresa y comparte una clara voluntad de seguir participando y construyendo un mejor futuro para Europa, desde nuestra propia identidad vasca.