El Lehendakari José Antonio Ardanza, fallecido hoy a los 82 años, será recordado por su incansable compromiso en favor del autogobierno; su capacidad de liderazgo para poner las bases durante sus cuatro mandatos (1985-1999) de una sociedad vasca mucho más próspera y proyectada al futuro; y por ser la figura de unidad que encabezó la lucha contra ETA. Ha sido, además, desde muy joven, un militante ejemplar de EAJ-PNV, asumiendo las más altas responsabilidades en momentos muy difíciles para su partido.

Ardanza nació el 10 de junio de 1941 en Elorrio. Tras estudiar en el seminario de Derio, se licenció en Derecho en la Universidad de Deusto. Militó en EGI de forma clandestina, llegando a formar parte de su ejecutiva entre 1962 y 1966, en tiempos muy difíciles. Más tarde trabajó durante varios años en el sector privado como asesor legal de la Caja Laboral y pasó a ser alcalde de Arrasate en 1979. Cuatro años después fue elegido Diputado General de Gipuzkoa y, en 1985, con motivo de la división interna de EAJ-PNV que acabaría en escisión al año siguiente, fue nombrado Lehendakari tras la dimisión de Carlos Garaikoetxea.

Durante los catorce años que se mantuvo en la responsabilidad, hasta dar el relevo a Juan José Ibarretxe, Ardanza puso las bases de la recuperación económica de Euskadi, castigada en los primeros años de la transición con altísimos índices de paro, potenciando la modernización del tejido industrial y la cohesión social de la mano del desarrollo del marco de autogobierno, que reclamó de forma constante. De esa forma, Euskadi logró equipararse en los estándares de bienestar con los países más avanzados de Europa.

Fue, asimismo, impulsor y principal activo político del Pacto de Ajuria Enea, en enero de 1988, que unió a todos los partidos democráticos vascos en la lucha contra ETA. A su vez, Ardanza denunció de forma permanente cualquier expresión de terrorismo de Estado y reclamó su final inmediato, convirtiéndose en referente de la defensa de los derechos humanos.

Tras abandonar la primera línea política, Ardanza pasó a ejercer su actividad en el mundo empresarial como presidente de Euskaltel, tarea que desempeñó hasta 2011. Fue en ese momento cuando publicó sus memorias tituladas ‘Pasión por Euskadi’, quedando así fielmente reflejado lo que sentía por su país.

EAJ-PNV desea enviar su más sentido pésame a su esposa Gloria Urteaga, a su hija e hijo, a sus nietos y a toda la familia del Lehendakari. El presidente del Euzkadi Buru Batzar, Andoni Ortuzar, ha expresado su “conmoción” por la noticia del fallecimiento del Lehendakari Ardanza. “Se nos va un gran abertzale que vivió el exilio y la clandestinidad, y luego se sumó al movimiento democrático que llevó a Euskadi a su autogobierno y a la paz. Tuve la suerte de trabajar junto con él durante nueve años. Para mí, Ardanza ha sido como un 'aita político'. Nos queda su legado y su compromiso con este Partido y con Euskadi. Perdemos a un jelkide sobresaliente que siempre estuvo al servicio de su País”, ha resaltado Ortuzar.

El Lehendakari, Iñigo Urkullu, ha destacado que Ardanza “trabajó sin descanso por la Paz y la Convivencia, así como en favor de la recuperación económica e industrial de Euskadi”. Urkullu ha recordado que los gobiernos de Ardanza “pusieron en marcha medidas sociales pioneras con el objetivo de asegurar la cohesión económica y social de la sociedad vasca”. “Ha sido un referente político e institucional de primer orden en Euskadi. Persona de sólidos valores humanistas y democráticos, defendió su ideario siempre desde el respeto a los derechos humanos, la pluralidad y la convivencia democrática. Su legado es un ejemplo de entrega y compromiso con la sociedad vasca para todas las personas que asumimos una responsabilidad pública con nuestro País”, ha subrayado Urkullu.

Por último, el Lehendakari Juan José Ibarretxe ha afirmado que “se nos ha ido una parte de nuestro Pueblo, pero con lo que Ardanza ha hecho otra gran parte de él se va a quedar con nosotros y nosotras para siempre”.