El presidente del Euzkadi Buru Batzar, Andoni Ortuzar, ha dado lectura hoy en Sabin Etxea a la declaración que ayer aprobó la Ejecutiva Nacional jeltzale tras el fallecimiento del Lehendakari Ardanza.

Con gran pena, enorme dolor y el sentimiento de una notable pérdida para el Partido Nacionalista Vasco, y para Euskadi entera, acogimos ayer el fallecimiento de José Antonio Ardanza Garro, el Lehendakari Ardanza, en su casa de Kanala.

Hacemos llegar nuestra máxima muestra de cariño y cercanía a toda su familia, en especial a su esposa, Mari Glori Urtiaga, a su hija Nagore y a su hijo Aitor. Quienes hemos conocido en vida al Lehendakari Ardanza sabemos que su familia natural y su familia política han sido los dos basamentos principales sobre los que ha construido su fecundo proyecto de vida. Hoy ambas familias somos solo una en este momento tan trascendental, y juntas despediremos a quien ha sido una de las figuras políticas vascas más relevantes de la segunda mitad del siglo XX en nuestro País y fuera de él.

José Antonio Ardanza Garro, antes de ser Lehendakari, fue militante clandestino de Euzko Gastedi durante el franquismo. Sufrió exilio. Tras la dictadura, asumió la Alcaldía de Arrasate en las primeras elecciones municipales democráticas. De ahí pasó a ser Diputado General de Gipuzkoa, y después llegó a la Lehendakaritza en unas difíciles condiciones previas a la escisión en el seno del Partido. Esta trayectoria deja patente la vocación de servicio a su País que siempre ha mantenido el Lehendakari Ardanza, y también su férreo compromiso con el Partido Nacionalista Vasco, especialmente en las situaciones políticas más complejas.

EAJ-PNV se quiere mostrar hoy vivamente agradecido al Lehendakari Ardanza y reconocer su legado político, sin el que sería difícil entender la Euskadi próspera y en paz que hoy conocemos. Su denodada lucha en favor del autogobierno y del fin de la violencia marcó una época. En este sentido, es remarcable el elevado desarrollo que conoció el Estatuto de Gernika durante sus catorce años en la Lehendakaritza, así como las múltiples iniciativas para que ETA desapareciera de nuestras vidas, entre las que destaca el llamado ‘Pacto de Ajuria Enea’ y, posteriormente, la iniciativa que llevó su nombre, el ‘Plan Ardanza’.

Más allá de su trayectoria institucional, el Partido Nacionalista Vasco se enorgullece de haber contado con un militante como José Antonio Ardanza durante más de sesenta años en los que siempre ha estado al servicio de los ideales abertzales y democráticos. Despedimos a un jeltzale genuino, pero nos deja su legado y su ejemplo.

Agur eta ohore, Lehendakari!