2025 es un año crucial en la causa mundial por la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas: se celebra el 30º aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing. Ya entonces, en aquel remoto 1995, mujeres del Partido Nacionalista Vasco tomaron parte en el debate y la puesta en marcha de aquella iniciativa en el marco de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en la capital china. Aquel documento allí alumbrado sigue siendo, 30 años después, el plan de acción más progresista y avalado para el avance en la conquista, reconocimiento y consolidación de los derechos de las mujeres y niñas en todo el mundo. Para EAJ-PNV, la Declaración de Beijing es una referencia esencial a la hora de diseñar políticas, programas e inversiones que tienen efecto en cada ámbito de nuestra vida: la educación, la salud, la paz, la participación política, el empoderamiento económico y la eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas son algunos de los más relevantes.

Cuando la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing cumple 30 años, el orden mundial está inmerso en un panorama de creciente inseguridad y crisis acumuladas. Un contexto que genera cada vez una mayor desconfianza en la democracia y reduce la participación cívica. Los últimos datos ofrecidos por el Observatorio Vasco de la Juventud nos dicen que el porcentaje de jóvenes que se consideran feministas ha descendido en el período que va de 2022 a 2024. El descenso más acusado es el registrado en el grupo de hombres de 15 a 19 años. Por ello, desde EAJ-PNV consideramos urgente y necesario reclamar, una vez más, que se consoliden las políticas feministas con enfoque de solidaridad intergeneracional y que sigamos avanzando en cuatro áreas claves:

1. El fomento de los derechos de mujeres y niñas: urge luchar implacablemente por el amplio rango de Derechos Humanos de las mujeres y las niñas frente a toda forma de violencia, discriminación y explotación.
2. La promoción de la igualdad de género: debemos salvar barreras sistémicas, desmantelar el androcentrismo, transformar las desigualdades arraigadas y elevar las voces de las mujeres y de las niñas más vulnerables, con especial énfasis en las jóvenes, para garantizar la inclusión y el empoderamiento.
3. El impulso del empoderamiento: garanticemos el acceso inclusivo de mujeres y niñas a la educación, el empleo, el liderazgo y los espacios de toma de decisiones para redefinir las estructuras de poder, priorizando su acceso en igualdad de condiciones a todo tipo de oportunidades. Lideremos e innovemos con perspectiva de género y enfoque intergeneracional.
4. El impulso e implementación de políticas públicas que fomenten la construcción de masculinidades positivas.

Desde EAJ-PNV nos comprometemos a seguir fortaleciendo el espíritu de la Declaración de Beijing de la mano de los medios de comunicación, del Gobierno Vasco y de los gobiernos municipales y forales, del tejido socioeconómico, de la sociedad civil, de la juventud y de cualquier otra persona, entidad o colectivo con la capacidad de ejercer influencia y de adoptar medidas en nuestras comunidades.

Nos compete a todas y a todo el deber de no dar ningún paso atrás en el diseño de políticas y en la toma de medidas que impulsan la promoción de los derechos de las mujeres, de modo que no renunciemos al objetivo de erigirnos en la generación que cierre la brecha y logre alcanzar la igualdad efectiva entre hombre y mujeres.

La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing transformó hace 30 años la agenda de la causa en favor de los derechos de las mujeres. Pese a los considerables avances que estos derechos han experimentado desde entonces, el camino por recorrer es aún largo y pedregoso. Más aún cuando el mundo atraviesa hoy nuevas crisis que se acumulan y se superponen a la erosión de derechos. Es por ello que este 8 de marzo de 2025 llamamos a todas las vascas y a todos los vascos a avanzar en la vía por los derechos de las mujeres, participando en las manifestaciones, concentraciones o iniciativas que se convoquen en el marco del Día Internacional de la Mujer, pero también en cuantas acciones de prevención, sensibilización e implementación de políticas públicas de igualdad se organicen los 364 días restantes del año.