“Hoy, además, acariciamos un nuevo tiempo para una nueva Euskadi. Un nuevo tiempo para la libertad, para la paz. Un tiempo para la memoria, para la concordia.  Un nuevo tiempo solo para las ideas y los proyectos, solo para el diálogo y la democracia”. 

Urkullu ha destacado también que “nos sentimos comprometidos con este tiempo. Son momentos de generosidad  y de altura de miras. Pero no son momentos de reescribir nuestra historia, y menos, que se quiera reescribir a antojo de quienes quieran hacer creer que con ellos comienza la historia. La historia es una. Es la historia de un Pueblo que durante cinco décadas ha sufrido porque una minoría optó por utilizar la violencia, el chantaje, el odio y el terror como instrumento al servicio de sus supuestos ideales nacionalistas. Un horror y un error”.

El dirigente abertzale ha destacado que “el próximo año se cumplen 35 años de los encuentros de Txiberta, cuya historia invito a quienes hoy todavía no la conozcan lo hagan.  Son 35 años de una decisión. La decisión del Partido Nacionalista Vasco de participar en el proceso que entonces se abría paso y participar en unas elecciones generales. Y la decisión de la izquierda abertzale de no participar. Abrazaron una estrategia político militar. Hoy, 35 años después, 35 años tarde, estamos en puertas del final de dicha estrategia”.