Según dicta una sentencia firme emitida el lunes por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, la escuela de Primaria de Atxondo debe ser derribada, ya que considera nula la licencia otorgada mediante decreto de alcaldía el 14 de diciembre de 2009 por el entonces alcalde, David Cobos (ANV). Ya entonces, el alcalde era conocer de lo que podía suceder en un futuro, ya que tomó la decisión en contra de las propias Normas Subsidiarias (NNSS) vigentes en nuestro municipio. En éstas no se contempla la edificación de ningún colegio y el alcalde lo sabía.

Ya en 2009, desde el grupo municipal de EAJ-PNV alertamos al entonces equipo de gobierno de las posibles negligencias en las que podía incurrir, pero desoyó nuestros argumentos.

El martes a la tarde, quien fuera primer edil, junto a la actual alcaldesa, dieron una rueda de prensa en la que afirmaron ante la ciudadanía que el edificio no se tirará y que subsanarán el error haciendo las modificaciones pertinentes de las NNSS o aplicando un plan especial. Y desde EAJ-PNV en Atxondo nos preguntamos por qué, sabiendo que algo así podía pasar, no se han tomado esas mismas decisiones antes de que el TSJPV dictaminara una sentencia firme. Es decir, durante los más de cuatro años que ha durado este proceso. Asimismo, no podemos olvidar que la ubicación de la escuela fue un capricho del alcalde en primera persona, ya que desde el departamento de Educación se le plantearon dos alternativas y él eligió la que ahora ha tenido esta sentencia tan rotunda.

El equipo de gobierno, conocedor de lo que podía pasar, ha tenido toda una legislatura para hacer los cambios necesarios en las NNSS o negociar con las partes con el objetivo de normalizar la situación del edificio. Pero, ha esperado demasiado. Ha esperado a que haya una sentencia en firme para ponerse a pensar en alternativas y soluciones. Entonces, ¿qué ha hecho en todo este tiempo? Nada. ¿Quién se va a hacer responsable de todos los perjuicios generados por su propia decisión?

En EAJ-PNV estamos muy preocupados con esta situación, la educación de nuestros hijos e hijas es un tema muy sensible, y ni se nos pasa por la cabeza que haya que demoler el edificio. Pero queremos reiterar nuestra crítica más rotunda hacia las formas de hacer del entonces alcalde y el actual equipo de gobierno. Si las cosas se hubieran hecho bien, atendiendo a las normas vigentes y a la ley, no estaríamos en esta situación.

Estamos seguros de que la escuela no se derribará y de que el departamento de Educación, una víctima más de la nefasta gestión municipal, hará todo lo posible para encontrar la mejor solución. Pero, lo que sí es un hecho es que debido a la mala gestión del Ayuntamiento (en ambos mandatos), se va a generar un gran perjuicio económico a las arcas municipales y seremos los y las atxondoarras quienes acabemos pagando las indemnizaciones y las costas de los juicios.