"Las personas y la organización son las claves para EAJ-PNV”, ha afirmado Andoni Ortuzar, presidente del Euzkadi Buru Batzar durante su intervención. Tal y como ha explicado, son estos principios los que permitieron en 1977 recuperar el batzoki de Trapagaran y ha puesto en valor la significación especial que tuvo la recuperación del batzoki de Trapagaran de manos de la Falange, movimiento que sustrajo y ocupó el inmueble durante 40 años. “En 1977 se reparó la memoria y la dignidad, volviendo a la normalidad tras el alzamiento golpista del 36”, ha asegurado.

De esta manera se ha pronunciado Ortuzar durante el acto de conmemoración del 40 aniversario de la recuperación del batzoki de Trapagaran que se ha celebrado esta mañana en la sede jeltzale de la localidad minera. Itxaso Atutxa, presidenta del Bizkai Buru Batzar; Joseba Aurrekoetxea, responsable de Organización de la formación nacionalista, y Manu Tejada, burukide del BBB también han querido compartir junto a más de un centenar de afiliados y simpatizantes la especial efeméride.

El presidente del EBB, ha aprovechado para recordar una de sus vivencias en la sede de Trapagaran. “Fue en diciembre de 1979, el día en el que regresó del exilio el Lehendakari Leizaola. Tras la celebración de un acto memorable, quienes formamos parte de la organización de seguridad de la comarca acabamos cenando aquí, en el batzoki de Trapagaran. Fue un día muy intenso, cargado de ilusión y emoción”, ha revivido. En la misma línea, Ortuzar ha reivindicado la figura de los batzokis como símbolo de EAJ-PNV: “Son nuestro label de calidad”, ha afirmado. “Son el sello que distingue a EAJ-PNV. Son nuestro centro organizativo, de donde parte todo. No hay ningún partido que tenga nuestra capacidad de presencia pública. Y, si algo hemos hecho bien, ha sido abrir sus puertas y hacer que se conviertan en parte vertebradora de la vida de los municipios, también en Trapagaran”, ha afirmado.

Iñaki Pedrosa, afiliado de la organización trapagarandarra ha sido el encargado de dar las pinceladas históricas de aquel histórico 26 de agosto de 1977 ya que, con apenas 16 años, vivió la recuperación en persona. “En casa se hablaba del partido, pero en la calle nada de nada. Al morir Franco, las conversaciones salieron de las casas a la calle y fue ilusionante ver que éramos muchos los que pensábamos igual”, ha explicado. Tal y como ha recordado, el edificio del batzoki se recuperó durante las fiestas locales de San Ramón Nonato. “Se entró en el batzoki, se colocó la ikurriña y se colgó el cartel del partido. ¡Fue impresionante¡ Cuánta ilusión, cuánta energía. Lo habíamos conseguido”, ha recordado.

Pero, hay que retrotraerse más atrás para conocer los primeros pasos de las sedes jeltzales en la localidad minera, municipio que llegó a contar con tres batzokis. En julio de 1908 fue inaugurado el primer batzoki de Trapagaran en un edificio de estilo vasco construido ex profeso en el mismo solar que todavía hoy en día ocupa la sede jeltzale. Incluso unos meses antes, ya funcionaba otro batzoki en el barrio de Ugarte y apenas un año después, en 1909, fue inaugurado un tercero en el barrio de La Arboleda. Tras el alzamiento franquista de 1936, el edificio del batzoki Eskontrillarra fue ocupado por los golpistas y, en junio de 1938, la finca fue usurpada por el Estado español e inscrito a favor de Falange Española de las JONS, tal y como ocurrió con tantos edificios de propiedad de EAJ-PNV. Tuvo que transcurrir una dura y penosa clandestinidad hasta que el 26 de agosto de 1977 el batzoki fue ocupado otra vez por sus legítimos propietarios, el EAJ-PNV.