Por desgracia, esta es la enésima vez que desde EAJ-PNV nos vemos obligados a condenar nuevos ataques contra la democracia y la libertad. Durante la pasada madrugada, desconocidos pertenecientes a dos polos radicales que se atraen y se retroalimentan en su fobia a la democracia han realizado pintadas en los municipios vizcaínos de Barakaldo y Getxo, así como en las fachadas del batzoki de Sopela y en la Casa Vasca de Madrid. Son hechos vergonzosos, inaceptables e incompatibles con las vías políticas y democráticas, y están fuera de tiempo, lugar y entendimiento.

En Madrid, las Juventudes de la Falange Española han pintado sus yugos y flechas en las paredes de la Euskal Etxea, así como la silueta de un cadáver en el suelo, frente a la puerta principal. En Bizkaia, por su parte, las proclamas iban dirigidas contra EAJ-PNV, pudiéndose leer en ellas frases como “PNV, Euskal Herriari iruzurrik ez”, “PNV=PP” o “155 ez”. Amenazas y coacciones de este tipo son inaceptables siempre, pero más en pleno siglo XXI, cuando la sociedad vasca en su conjunto ya ha decidido apartar para siempre esta clase de manifestaciones violentas que nos retrotraen a épocas que no deberían haberse vivido.

Las imágenes evidencian que estos dos polos se atraen y confluyen en las mismas acciones: amenaza, crispación y odio. Estos actos evidencian que hay quienes quieren seguir utilizando estas vías estériles y vacías para su supuesto beneficio. Ni ven ni quieren ver que la sociedad demanda construir en vez de destruir, dialogar en vez de confrontar, y respetar en vez de insultar. Esta vez, se han unido las dos caras de la misma moneda para ir en contra de la democracia y la libertad.