El Bizkai Buru Batzar vuelve a denunciar y condenar, por cuarto día consecutivo, un nuevo ataque a una de sus sedes sociales, esta vez la de Gernika-Lumo. Esta última intolerable acción se suma a las perpetradas en los últimos día en los batzokis de Repélega (Portugalete), Algorta, Getxo Zaharra, Berango, Igorre y Sabindarrak (San Ignazio-Bilbo) y la pasada semana en el de Portugalete. También en esta ocasión las pintadas aluden a la huelga de ‘sed y hambre’ en que se encuentra el preso de ETA Patxi Ruiz, concretamente, ‘Patxi gose eta egarri greban’, ‘amnistia’ y ‘Jo Ta Ke’. El BBB exige una vez más el cese inmediato de estas actuaciones inaceptables, ya que lejos de aportar soluciones no hacen más que entorpecer la convivencia que anhela la mayoría de la sociedad vizcaína y vasca, que hoy quiere y debe centrar todos sus esfuerzos en derrotar la pandemia del coronavirus. Asimismo, la ejecutiva insta a todos los partidos políticos de Bizkaia y Euskadi a que se sumen públicamente a esta denuncia.

Amenazas de este tipo son siempre inaceptables, aún más en 2020, cuando la sociedad vasca ha dejado atrás, hace años ya, esta clase de manifestaciones y actitudes violentas. Además, estos sabotajes tienen el agravante de que se han realizado de noche, lo que constituye un flagrante incumplimiento de las medidas de confinamiento decretadas en la situación actual de estado de alarma y que el resto de la ciudadanía está cumpliendo.

Si bien es legítimo reivindicar la democracia, los derechos de los presos y cualquier otra cuestión política, no lo es hacerlo mediante acciones tan antidemocráticas como son las pintadas en sedes de partidos políticos. Esta es una acción más de aquellos que se encargan de alimentar la crispación y el conflicto; de aquellos que no quieren seguir el camino de la convivencia; de quienes solo quieren enfrentar e intimidar. Desde luego, si este tipo de acciones son su gran aportación a la causa que dicen defender, flaco favor le están haciendo. La única manera de encontrar soluciones es arrimar el hombro y trabajar de manera conjunta en el lugar e institución correspondiente, no en las fachadas de, cabe recordar, propiedades privadas.