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16/07/2022

EAJ-PNV reivindica la ikurriña como un símbolo de “unión, convivencia y respeto”

En el 128 aniversario de la primera izada de la enseña nacional vasca, Leixuri Arrizabalaga asegura que la formación jeltzale seguirá trabajando con “responsabilidad, ilusión y compromiso” en la construcción de Euskadi “desde el respeto a la voluntad popular y sin imposiciones”

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EAJ-PNV ha celebrado hoy el 128 aniversario de la ikurriña, un símbolo de “unión, convivencia y respeto”. Así lo ha asegurado Leixuri Arrizabalaga, burukide del Bizkai Buru Batzar y parlamentaria jeltzale en el Parlamento Vasco, durante el acto político que ha seguido a la tradicional izada de la enseña vasca en el batzoki de Bilbo Zaharra. Tal y como EAJ-PNV ha hecho hasta la fecha, “las mujeres y hombres de este partido seguiremos trabajando en la construcción de este país con responsabilidad, ilusión y compromiso”, siempre desde el respeto a la voluntad popular y sin imposiciones”.

Tras dos años de parón obligado por las restricciones marcadas por la pandemia, la organización municipal ha retomado la celebración de esta tradicional fiesta en su sede de las Siete Calles de Bilbao. En este marco festivo, Arrizabalaga ha recordado que fue en la cercana calle Correo, el 14 de julio de 1894 cuando Ciriaco Iturri, el miembro más veterano del ‘Euzkeldun Batzokija’, hizo ondear por primera vez el estandarte, diseñado poco antes por los hermanos Sabino y Luis Arana Goiri. “El ‘Euzkeldun Batzokija’ fue la semilla de la que un año después brotaría EAJ-PNV. Del mismo modo, de aquella ikurriña originaria, brotó nuestro sentimiento nacional. 128 años después aquí sigue y aquí sigue el PNV; aquí seguimos sus mujeres y hombres”, ha afirmado.

En palabras de la burukide, la ikurriña ha perdurado en el tiempo y ha ido ganando más espacio en el corazón y en la ambición de este país por construir. Sin duda, “es el símbolo de un país en marcha, de un país en construcción. Una tarea que las mujeres y hombres del PNV asumimos con responsabilidad, ilusión y compromiso. Día a día; sin prisa pero sin pausa”. Y, como no, “trabajamos desde el respeto, sin imposiciones. Porque un país no se construye por poner en un mástil una bandera u otra: un país se construye desde el respeto a la voluntad popular”, ha recordado. Para ello, hay que lograr “una colectividad social que se sienta identificada y representada en unas instituciones. En un proyecto que avance en conciencia y voluntad. En democracia y decisión; ganando adeptos. Construyendo comunidad. Sumando nuevos vascos y nuevas vascas que sientan como suyos estos colores”, ha manifestado.

El homenaje ha comenzado en el batzoki Bilbo Zaharra de la calle Tendería con la tradicional izada de honor desde el balcón de la sede de la mano de Leixuri Arrizabalga y Ane Támara, EGIkide de la Organización Municipal bilbaína,  mientras el centenar de personas presentes entonaba el ‘Euzko abendaren ereserkia’. Entre las personas que han asistido al acto figuran Jon Andoni Atutxa y Miren Araneta, burukides del BBB; Amaia Arregi, concejala de EAJ-PNV en el Ayuntamiento de Bilbao; Iñigo Iturrate, parlamentario de EAJ-PNV en el Parlamento Vasco; Xabier Legarreta, director de Migración y Asilo en el Gobierno Vasco, así como afiliadas y afiliados de diferentes Organizaciones Municipales y numerosos alderdizales.

128 años de historia

Los hermanos Sabino y Luis de Arana Goiri idearon la ikurriña poco antes del 14 de julio de 1894. Ese día, a las 18.00 horas, ondeó por primera vez en el ‘Euzkeldun Batzokija’ con motivo de la inauguración de sus locales de la bilbaína calle Correo. Esta primera ikurriña, que era de lana, fue izada por el miembro más veterano de la asociación, Ciriaco Iturri. El 12 de septiembre del año siguiente fue incautada por las autoridades españolas al clausurar la sede jeltzale.

No será hasta el 19 de octubre de 1936 cuando el Gobierno de Euzkadi establezca la oficialidad de la ikurriña como bandera de Euskadi. Durante la Guerra Civil, a medida que los sublevados contra la II República iban haciéndose con el control del territorio vasco, fueron destruyendo todas las ikurriñas que encontraban a su paso. Tras la victoria fascista, la enseña fue proscrita del Estado español, y todas aquellas personas que fueron descubiertas portándola, escondiéndola o dibujándola sufrieron palizas, prisión o multas.

Después de la muerte del dictador, Francisco Franco, la ikurriña aún tardaría dos años en legalizarse, a pesar de que eran muchas las personas que la portaban y se mostraba de forma ilegal en numerosos actos públicos. Pero fue el 19 de enero de 1977 cuando se izó, oficialmente por primera vez desde el final de la II República, en la plaza de la Constitución, en el edificio del antiguo ayuntamiento de San Sebastián, la víspera de su festividad. Hoy, la ikurriña es un símbolo de comunidad, convivencia y respeto.