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09/11/2018

Juan Mari Aburto Rique volverá a ser el candidato a la Alcaldía de Bilbao por EAJ-PNV

Interjuntas de Bilbao revalida su confianza en el actual alcalde para dar continuidad a la gestión desempeñada hasta ahora al frente del Ayuntamiento de la villa

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Juan Mari Aburto Rique volverá a ser el candidato a la Alcaldía de Bilbao por EAJ-PNV

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Juan Mari Aburto Rique volverá a ser el candidato al alcalde de Bilbao de EAJ-PNV. Así lo han decidido las 13 organizaciones municipales de la formación en la capital vizcaína que han revalidado al actual alcalde como cabeza de lista a revalidar la Alcaldía en la próxima cita electoral del 26 mayo.

“Trabajador, comprometido, amigo de mis amigos, muy familiar, hombre de paz muy implicado en la lucha contra las desigualdades sociales y la injusticia; autocrítico, perseverante, siempre en busca de la mejora constante, fiel y leal a mis creencias y a mis ideales, del Athletic, del Partido, de la Amatxo de Begoña, y, sobre todo, orgullosos de ser de Bilbao”. Así se presenta Juan Mari Aburto Rique, alcalde de Bilbao desde 2015 y, desde hoy, candidato a continuar en la Alcaldía de Bilbao a propuesta del Bizkai Buru Batzar e Interjuntas de EAJ-PNV de Bilbao.

Nació el 28 de marzo de 1961 en ‘la gota de leche’, clínica ubicada donde hoy se levanta el hotel Indautxu. Su aita, Helio, natural de Derio, fue empleado de la Caja de Ahorros Vizcaína: entró de botones con 15 años y se jubiló en la BBK, al frente de las relaciones con el Gobierno Vasco. Su ama, Mariví, natural de Fika, “gran etxekoandre y gran cuidadora de la familia”. Juan Mari es euskaldunberri, con el PL3 acreditado, aunque creció en un ambiente euskaldun, y siempre ha vivido e impulsado el conocimiento y el uso del euskera.

El actual alcalde creció en Zurbaran, al comienzo de la solución Sur, en la plaza del Músico Guridi. Cogía el autobús en la fábrica Etxebarria para ir al colegio Santiago Apóstol. Con 8 años, la familia se traslada a Luis Briñas, frente a la Escuela de Ingenieros. “Jugábamos mucho al fútbol por allí, estaba sin urbanizar. San Mamés tenía puertas de madera y la madera tenía agujeritos; mis amigos y yo intentábamos ver por allí los partidos... Admiraba a Iribar y a Txetxu Rojo”. En Luis Briñas vivió hasta los 18 años, cuando la familia se trasladó a Las Arenas. Allí vivió Aburto hasta que en 1987 contrajo matrimonio con una deustoarra, Arantza Díez, y se instalaron en Deusto… hasta hoy.

Su vinculación con EAJ-PNV se remonta a la adolescencia. Con 14-15 años Aburto empieza a frecuentar el Alderdi Eguna, impulsado por una inquietud personal. Recuerda, de entre todos, el Alderdi Eguna de 1982, en Getxo. “Cayó tal tromba de agua que a Arantza y a mí no nos quedó más remedio que ir a casa de mis aitas a secarnos. Aquel día conocieron aita y ama a la que sería su nuera”. Otro recuerdo indeleble: “El chaval de EGI que habló en aquel Alderdi Eguna fue Iñigo Urkullu. Hoy, digo con orgullo, que es mi amigo, he trabajado con él y para él, y es, sin duda, uno de mis referentes en la política vasca”.

Estudia Bachiller en el colegio Santiago Apóstol, donde se vincula a grupos de fe. Ahí brota su concienciación y crecimiento como persona comprometida y creyente, intentando “con mucha humildad” ser coherente con los valores en los que cree. “Recuerdo haber participado en campos de trabajo en pueblos como San Martín de Elines (Cantabria), a Tartalés de los Montes (Burgos)… Pueblos donde intentábamos ayudar en trabajos del campo o en el arreglo de ermitas y colegiatas. También buscábamos una vivencia de sencillez, austeridad y compromiso para vivir valores diferentes: la solidaridad, la cooperación…”.

Aburto se matricula en La Salle de Bilbao, donde conoce a Arantza, y cursa la carrera de Derecho en la Universidad de Deusto entre 1979 y 1984. “En la Universidad aprendí a relacionarme con la gente y que, a través del Derecho, podía tener muchas opciones  de orientar mis inquietudes personales, políticas y sociales”. En primero de carrera, contacta con el CEN (Comité de Estudiantes Nacionalistas) y decide afiliarse al batzoki de Ondarreta, pero una concatenación de carambolas le impide hacerlo. Se afiliaría en Deusto a finales de 1990, atraído por los valores que encarnaba y transmitía EAJ-PNV como partido fundamentalmente humanista y de ascendencia cristiana.

SERVICIO PÚBLICO

Ya entonces trabajaba en la Diputación Foral de Bizkaia. En 1985 se había presentado a las oposiciones de Técnico de Administración General y, en abril de 1986, tomó posesión. Desde entonces, y han pasado ya más de 31 años, la de Aburto ha sido una vida dedicada al servicio público.

Entre 1991 y 1994 fue director de Servicios del departamento de Interior del Gobierno Vasco; entre 1994 y 2003, director de Régimen Jurídico y Función Pública de la Diputación Foral de Bizkaia; entre 2003 y 2011, diputado foral de Acción Social; de 2011 a 2012, diputado foral de Presidencia y Teniente de Diputado General; desde finales de 2012 a principios de 2015, consejero de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco y, desde el 13 de junio de 2015, alcalde de Bilbao.

En todo este tiempo, Juan Mari Aburto ha destacado por su compromiso social, su cercanía con las personas y su capacidad para organizar y liderar equipos. Lo corrobora la excelente relación que mantiene con el tejido asociativo de Bilbao y Bizkaia. “Ocho años en Acción Social te permiten descubrir que el tejido asociativo es muy importante. Desde el comienzo de mi recorrido como diputado de Acción Social decidí tener una relación muy directa y aprovechar todo ese valor que aporta el tejido asociativo, que ha sido tan importante y tan rico en Bizkaia en el mundo de la intervención social”. En la actualidad, Aburto colabora con Cáritas, WOP, la Fundación Sabino Arana y la Fundación Ciclista Euskadi, entre otras.

Gran aficionado al futbol, es socio del Athletic desde abril de 1972. “Me hizo socio mi aita”, recuerda con orgullo y emoción. Y acude puntualmente a las citas de San Mamés, alternando un día el palco para cubrir sus responsabilidades institucionales, y otro su localidad con sus dos hijos. El Athletic es una de sus pasiones, pero su afición le viene de cuando jugó al fútbol hasta los 18 años en La Salle y en Deusto, y cuando terminó la época de juvenil empezó a entrenar a chavales de 5º de EGB, en La Salle. Lo hizo de la mano del que fuera árbitro de Primera División, Xabier Losantos Omar,  y llegó a dirigir en Segunda Regional. “Me casé un sábado, 9 de mayo del 87, y al día siguiente teníamos partido: Salesianos de La Salle contra Karrantza. Allí estuve yo”.

De gran corazón, Juan Mari Aburto se emociona cuando es preguntado por su esposa. “Arantza es el único y gran amor de mi vida. Es la que me sostiene en los momentos difíciles, la persona que aporta serenidad, equilibrio y seguridad a mi vida y a nuestra familia. A mis hijos les suelo decir que su aita es trabajador y constante, sí, pero que la inteligente de la casa es ama. Y es así”.

Juan Mari Aburto recuerda que el hijo mayor nació en 1990 y que él se incorporó en 1991, de la mano de Juan Mari Atutxa -gran amigo y gran referente en su trayectoria en la política vasca- al departamento de Interior. “Fue una gran experiencia, aunque también años muy dolorosos. Recuerdo con cariño las palabras de Atutxa, cuando nos decía: “No me presentéis a vuestras mujeres, que me van a odiar”. Luego, todas le adoraban porque, cuando una persona tiene valores, es imposible odiarle”.

¿Definir a Juan Mari? “Juan Mari es la Persona Humana”, le bromeaban en sus años por la Diputación, por sus valores humanistas, siempre a flor de piel. José Luis Bilbao, al que le une una gran amistad y es otro de sus grandes referentes en la vida política,  decía de él que “es el tipo de persona a la que comprarías un coche de segunda mano. Nunca te va a engañar. Puedes fiarte de él, siempre”.

Alguna vez, a Aburto le han preguntado si no le resulta difícil participar en política con los valores que tiene. “Es todo lo contrario. La política me ha dado la oportunidad de  poner en práctica muchos de los valores que tengo y que practico y vivencias en las que creo”.

Para Aburto, resulta muy difícil separar lo que es Juan Mari Aburto como persona y Juan Mari Aburto como servidor público. Por eso sufre tanto y, en sus propias carnes, cuando se ponen  en cuestión valores que tienen que ver con la dignidad de las personas. Por eso defiende con uñas y dientes el sistema vasco de asistencia y cobertura social, sin parangón en el Estado español porque “lo que está en juego es la dignidad de miles de personas y eso es lo fundamental”.

A Juan Mari Aburto se le puede definir como el alcalde defensor a ultranza de la dignidad y calidad de vida de todas las personas: mayores, jóvenes, mujeres, de los derechos de niños y niñas, de las personas desempleadas, de los más vulnerables… todos son parte imprescindible en su hoja de ruta vital y política.  

En ese sentido, y fruto de la última crisis, se declara profundamente preocupado por el futuro de los jóvenes de Bilbao, “porque les está tocando vivir una época difícil en su salida al mundo laboral. Debemos ayudarles. Están preparados. Y necesitan dar un salto para poder realizar sus vidas profesionales, familiares, o personales. Yo animo a la juventud a ser ambiciosa, a que no se conforme con logros intermedios, a que se esfuercen a tope, solo así conseguiremos inculcarles  el verdadero valor del trabajo y del esfuerzo”.

ALCALDE DE BILBAO

A día de hoy, y haciendo un primer balance de su gestión como alcalde desde el 13 de junio de 2015, Juan Mari Aburto se siente satisfecho con la labor realizada en la gestión municipal y del trabajo que ha hecho posible un mandato marcado por los acuerdos, la estabilidad, la lealtad y la incansable gestión al servicio de la ciudadanía de Bilbao. Y lanza un recuerdo especial a todo el equipo del grupo municipal de EAJ-PNV, con especial cariño a su gran amigo y maestro en las políticas sociales Iñigo Pombo; al veterano y experimentado servidor público, Tomas del Hierro y a la gran profesional cargada de valores Gotzone Zaldunbide, tres figuras que no continuarán como concejales en el próximo mandato.

Por último, Juan Mari agradece la confianza del Partido para seguir impulsando el futuro de Bilbao y mejorar la calidad de vida de los bilbainos y bilbainas. “Mi compromiso es dar el 100% los 365 días del año. Sin descanso. Siempre con cercanía y escucha activa a lo que nos quieran trasladar los vecinos y vecinas. Siempre con el orgullo de ser el alcalde de Bilbao y sus barrios".